jueves, 29 de diciembre de 2016

Los beneficios del complemento de mango en relación a la pérdida de peso, la composición corporal, y la inflamación: Un estudio piloto



La imagen puede contener: planta, exterior, comida y naturaleza

METODOLOGÍA
Se utilizaron a veinte personas obesas (11 varones y 9 hembras) adultos (de 20 a 50 años de edad) con un índice de masa corporal (BMI) de 30 – 45 kg/m2 para el estudio y ellos recibieron 10 g/d de la pulpa de mango liofilizado por 12 semanas. Se determinaron al principio (la línea base), y de nuevo al final del estudio, los antropométricos, algunos parámetros clínicos, y la composición corporal donde se utilizaron la técnica de absorciometría de rayos X de doble energía

RESULTADOS:
El Peso y La Composición Corporal, y La Circunferencia de La Cadera y La Cintura Después de las 12 semanas del complemento alimenticio dado a los participantes del estudio, no hubo cambios significativos en el peso corporal, la circunferencia de la cadera y la cintura, la proporción de cintura a cadera, el porcentaje de la masa grasa, la masa magra, ni el contenido mineral óseo. Sin embargo, hubo diferencias por género en la circunferencia de la cadera y la BMI entre las medidas iniciales y finales del estudio. La circunferencia de la cadera fue generalmente menor en los sujetos masculinos (-1.4 pulgadas, P = 0.048) pero no en los sujetos femeninos después de las 12 semanas del complemento alimenticio con mango. La BMI tendía a ser más alta en los sujetos femeninos (+0.9 kg/m2 , P = 0.062) después del complemento alimenticio con mango pero no en los sujetos masculinos. Los Parámetros de la Glucosa y los Hematológicos y las Enzimas Hepáticas El complemento alimenticio con mango por 12 semanas disminuyó de manera significante los niveles de la glucosa de la sangre (-4.1 mg/dL, P < 0.000) en los individuos obesos. El efecto diminutivo a la glucosa del mango se observó en ambos, en los sujetos masculinos (-4.5 mg/dL, P = 0.018) y en los femeninos (-3.6 mg/dL, P = 0.003) (Figura 1 y Tabla 2). Junto con la disminución de los niveles de la glucosa de la sangre, los niveles de la insulina en los sujetos masculinos (+2.2 µU/mL, P = 0.032) aumentaron de manera significante pero no en los participantes femeninos. Después del complemento alimenticio con mango, no hubo cambio en la hemoglobina glicosilada (HbA1C, hemoglobina A1C), un indicador de la regulación a largo plazo de la glucosa, o en el HOMA-IR, un indicador de la resistencia a la insulina (Tabla 2). Tampoco hubo diferencias en los parámetros hematológicos ni en las enzimas hepáticas como resultado del complemento alimenticio de las 12 semanas, lo que refleja la ausencia de los efectos adversos a la composición normal de los glóbulos y a las funciones hepáticas (datos no presentados aquí pero reportados en el manuscrito publicado). 10 El Consumo Alimenticio y La Actividad Física (datos no presentados aquí pero reportados en el manuscrito publicado).10 Basado en las evaluaciones hechas por los cuestionarios del record alimenticio de tres días y la actividad física, no hubo diferencias en estos parámetros a nivel del grupo en general. Más específicamente, no se notaron ningunas diferencias significantes en el consumo alimenticio por los sujetos masculinos ni los femeninos de los macro nutrientes, las grasas saturadas, la fibra dietética total, la vitamina C y la vitamina A. Además, la evaluación de la actividad física reveló la ausencia de cambio general, y tampoco dentro de los grupos de los sujetos masculinos ni los femeninos con respeto a sus actividades físicas diarias o semanales, aun categorizadas como actividades livianas, moderadas, o altas. Tampoco hubo para ningunos de los géneros, diferencia significante que se pudiera observar en cuanto a la duración del tiempo que pasaron dormidos.

CONCLUSIONES:
Nuestros resultados indican que el consumo regular del mango liofilizado por individuos obesos no afecta de manera negativa el peso corporal pero sí provee una consecuencia positiva con la glucosa hematológica. Se justifica que se hagan estudios adicionales, utilizando un tamaño mayor de muestras, para confirmar nuestros resultados y para entender el mecanismo por los cuales el consumo del mango reduce la glucosa de la sangre.

FUENTE: Dra. Edralin A. Lucas Nutritional Sciences Department Oklahoma State University
http://www.mango.org/Mangos/media/Media/Documents/Research%20And%20Resources/Research/Industry/Nutrition/Obesity_Pilot_Study_Full_Report_SPA.pdf?ext=.pdf

miércoles, 7 de diciembre de 2016

(NEJM) SEGURIDAD CARDIOVASCULAR DE CELECOXIB VS NAPROXENO O IBUPROFENO. ESTUDIO PRECISION


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En relación a nuestro anterior post, el BMJ ha publicado una revisión sistemática y meta-análisis de estudios observacionales que confirma que la prediabetes (entendida como tolerancia alterada a la glucosa o glucemia basal alterada) se asocia a un incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad por cualquier causa. El incremento del riesgo se observa en personas con una glucemia basal a partir de 100 mg/dl, mientras que una HbA1c de entre 5,7-6,5%  o 6,0-6,5% se asocia a un incremento del riesgo de una variable combinada de enfermedad cardiovascular y coronariopatía. Por último, el estudio concluye que -como apuntamos nosotros- la modificación de hábitos de vida es el principal tratamiento de la prediabetes, por lo que se debe evitar la medicalización precoz del paciente quien, de todas todas, deberá afanarse en cambiar un modo de vida que, de forma invariable, le estáenfermando.
También queremos hacer referencia a un editorial de la misma revista en el que la autora, Catherine M Otto repasa las similitudes y diferencias de las recomendaciones de las principalesguías de práctica clínica de prevención primaria del riesgo cardiovascular con estatinas , para concluir que no debemos perder de vista que estos fármacos no son la única forma que tenemos de disminuir el riesgo cardiovascular y que, en ningún caso, sustituyen al abandono del tabaco, tratar la HTA, mantener un peso apropiado, tener una dieta saludable o hacer ejercicio con regularidad.
Cambiando radicalmente de tercio, hoy nos vamos a centrar en un estudio publicado en el NEJM que ha tenido como objetivo evaluar la seguridad cardiovascular, gastrointestinal, renal y otras variables de celecoxib en comparación con naproxeno e ibuprofeno y del que algunos medios han sacado ruidosas derivadas. Comenzamos…
Metodología: ensayo clínico de no inferioridad, doble ciego (no se especifica el método de enmascaramiento) en el que 24.081 pacientes, ≥18 años, con artritis o artrosis y una enfermedad cardiovascular establecida o con un elevado riesgo cardiovascular (se define en el material complementario) fueron aleatoriamente asignados (se describe el método de aletorización) a una rama de tratamiento con celecoxib (100 mg bis in die) ibuprofeno (600 mg ter in die) o naproxeno (375 mg b.i.d). Como criterios de inclusión, además de los descritos, destacamos que el paciente tuviera necesidad de tratamiento diario con AINE para el dolor. Los pacientes cuyo dolor estaba controlado con paracetamol no fueron elegibles. La variable de resultado principal fueron los eventos adversos incluidos en la Antiplatelet Trialists Collaboration (muerte de origen cardiovascular, incluyendo hemorragias, IAM no mortales y ACV no mortales). Análisis por intención de tratar y per protocol. Seguimiento mínimo (en protocolo) de 18 meses, 30 meses para completar datos en pacientes sin evento (AIT) y 43 en análisis per protocol.
Resultados: durante el estudio la dosis media de celecoxib fue de 209 ± 37 mg, 852 ± 103 mg de naproxeno y 2.045 ± 246 mg de ibuprofeno. La duración media del tratamiento fue de 20,3± 16,0 meses y la media del seguimiento de 34,1 ± 13,4 meses. En el ensayo el 68,8% de los pacientes interrumpieron el tratamiento y se perdió el seguimiento del 27,4%. A continuación, exponemos los resultados del análisis per protocol. En la tabla 2 del original (pág. 6) se incluyen los del AIT.
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Conclusión de los autores: a dosis moderadas celecoxib resultó ser no inferior a ibuprofeno o naproxeno en relación a la seguridad cardiovascular.
Fuente de financiación: Pfizer.
Comentario: en el PRECISION no se han detectado diferencias de riesgo cardiovascular entre los 3 AINE investigados; no hay evidencia que respalde una interacción AAS-AINE y no hay evidencia de que naproxeno -desde una perspectiva cardiovascular- sea más seguro que los otros fármacos. Además, se detectaron menos efectos adversos gastrointestinales y renales con celecoxib. Dado que estamos ante un ensayo de más de 24.000 pacientes ¿debe modificarse la práctica clínica ante los resultados del PRECISION? Desafortunadamente, no.
Hemos traducido/adaptado un párrafo en el que Garret Fitzgerald enumera los jugosos titularesque este ensayo clínico ha proporcionado y que procede del concienzudo análisis publicado en Circulation cuya lectura recomendamos a todos los interesados en el tema. Como él, otros reputados autores cuestionan la validez de las conclusiones de este macroensayo para modificar la práctica clínica. Y para ello, basan su alegato en estas cuatro patas:
1.- El PRECISION no es un estudio de pacientes con artritis de alto riesgo cardiovascular, sino principalmente de pacientes con artrosis (90%) de bajo riesgo (≈25% tenían una enfermedad cardiovascular establecida).
2.- Debido a las modificaciones del protocolo durante el estudio, se cuestiona que estemos, realmente, ante un ensayo de no inferioridad. No obstante, nos parecen más interesante las dudas sobre la equivalencia de las dosis a la que fueron expuestos los pacientes (ver más arriba) que pueden lastrar, definitivamente, las conclusiones. Sólo hay que echar un vistazo a la ficha técnica de celecoxib, para ver que los 209 mg/día de promedio utilizados (limitados por cuestiones regulatorias) están lejos de la práctica asistencial o que los más de 2.000 mg/día del ibuprofeno se alejan, con mucho, de la DDD del fármaco o las recomendaciones para hacer un uso seguro de este medicamento.
3.- En un ensayo con ≈8.000 pacientes por rama, al final del estudio unos 5.000 habían interrumpido el tratamiento al que fueron asignados. Además, se perdió la pista a casi ¹/3 de ellos, lo que es más que suficiente para poner en cuarentena la validez de las conclusiones sobre la no inferioridad.
4.- El protocolo no excluyó a los pacientes que tomaban AAS a bajas dosis (≤325 mg/día) que fueron ≈45% ni el artículo informa de si se la tomaron como se les dijo o abandonaron el tratamiento. Esto no es baladí porque, a diferencia de celecoxib, ibuprofeno y naproxeno interfieren en el efecto antiagregante del AAS, lo que puede sesgar los resultados a favor de aquél. Igual ocurre con la gastrolesividad, ya que la coadministración con el antiagregante incrementa el riesgo de este tipo de eventos adversos.
En definitiva, si nos retrotraemos a la polémica generada en su día por los AINE selectivos de la COX-2, que culminó en primera instancia con la retirada del rofecoxib y explica el origen del PRECISION, podemos concluir que la cuestión más relevante, esto es ¿qué hacer con los pacientes con un elevado riesgo cardiovascular que necesitan tomar un AINE? ha quedado sin respuesta. A cambio, aceptando otra de pulpo, hemos aprendido que en pacientes de bajo riesgo los 3 tratamientos propuestos son similares. Y todo ello, sin olvidar que este ensayo clínico no es más que una gota en el océano evidencial que hay sobre celecoxib, que establece que los riesgos relativos asociado al uso de celecoxib (400 mg/día) y rofecoxib (25 mg/día) son asimilables.
Para terminar, dos apuntes para los clínicos que nos siguen: en primera instancia, que la máxima de que hasta el rabo, todo es toro, es un axioma en lo que a investigación biomédica se refiere: sólo tras una profunda evaluación y contextualización de los resultados de un estudio, no debemos tener en cuenta sus conclusiones para plantearnos una modificación la práctica clínica. La segunda se refiere a qué hacer a partir de ahora. La respuesta está en el apartado de Posologíade la ficha técnica de celecoxib, anteriormente aludida. También puedes encontrarla releyendo este post de hace apenas un par de meses. O mejor aún, este otro, que a tenor de lo leído, no ha perdido un ápice de vigencia.
Diez años y 500 millones de dólares después estamos donde estábamos. Mucho esfuerzo y dinero para un fármaco de patente caduca (pero más caro que sus competidores) y un estudio tan deshilvanado metodológica y conceptualmente. Pero como dijo le dijo la Duquesa a Alicia,todo tiene una moraleja, sólo falta saber encontrarla…

EEUU: una encuesta muestra que los médicos siguen prescribiendo medicamentos de más

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Los médicos de EEUU siguen recetando fármacos en exceso, según una encuesta.medlineplus.gov. 06/12/16. Más de uno de cada cuatro reciben antibióticos cuando los medicamentos probablemente no harán ningún bien. A pesar de las evidencias de que ciertos medicamentos no siempre son necesarios, los médicos siguen recetando esos tratamientos, revela una nueva encuesta de médicos. Los antibióticos son, con gran diferencia, los fármacos utilizados con más frecuencia en situaciones en que no proveen un valor para los pacientes. La encuesta encontró que más de una cuarta de los médicos encuestados (un 27 por ciento) dijeron que los antibióticos con frecuencia se administran a pacientes cuando esos medicamentos no harán ningún bien.


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En la mayoría de los casos, los antibióticos se recetan para tratar infecciones respiratorias superiores, aunque lo más frecuente es que sean provocadas por virus, que no son afectados por estos medicamentos, apuntó el Dr. Amir Qaseem, vicepresidente de políticas clínicas del Colegio Americano de Médicos (American College of Physicians, ACP), y presidente del Grupo de Trabajo de Atención de Alto Valor del ACP.

Otros tratamientos que los médicos usan con frecuencia a pesar de su valor cuestionable incluyen tratamientos agresivos para pacientes terminalmente enfermos (un 9 por ciento), medicamentos recetados para el dolor crónico (un 7 por ciento), y complementos dietéticos como aceite de pescado y multivitamínicos (un 5 por ciento), reveló la encuesta.

"Se desperdicia mucho en nuestro sistema de atención de la salud, y debemos reconocerlo", comentó Qaseem.

Los resultados son de una encuesta aleatoria de 5,000 médicos miembros del ACP. La encuesta pidió a los médicos que identificaran dos tratamientos usados con frecuencia por los internistas que tenían pocas probabilidades de proveer una atención de gran valor a los pacientes.

"El valor no es lo mismo que el costo", aclaró Qaseem. "Un gran valor es una función de los beneficios, los daños y el costo de una intervención, todo en conjunto. Solo porque algo sea muy caro no hace que sea de poco valor. Hay tratamientos caros que proveen un gran valor".

Los medicamentos que se mencionaron más comúnmente como que se usan bajo circunstancias cuestionables son los antibióticos, a pesar de las crecientes preocupaciones sobre el surgimiento de los "súper gérmenes" resistentes a los antibióticos.

En Estados Unidos, al menos dos millones de personas al año se infectan con bacterias que son resistentes a los antibióticos, y al menos 23,000 mueren como resultado directo de esas infecciones, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Los mismos CDC estiman que hasta la mitad del uso de los antibióticos en los humanos es innecesario o inadecuado. Cada año se emiten en Estados Unidos un estimado de 47 millones de recetas de antibióticos innecesarios, dijo la agencia.

La presión por satisfacer las expectativas de los pacientes podría estar motivando a algunos médicos a recetar antibióticos, apuntó Qaseem.

"Si un paciente va al consultorio de un médico y tiene una infección del tracto respiratorio superior, lo más frecuente es que sea viral y que se sane sola en unos pocos días", apuntó Qaseem. "Uno le dice al paciente que vaya a casa, descanse y que estará bien, pero en general la expectativa de un paciente es que uno haga algo más".

Los médicos también podrían estar practicando medicina defensiva para evitar potenciales demandas por mala práctica, o intentando cumplir medidas de rendimiento clínico que indican tratamientos generales que deben ser aplicados a todos los pacientes, dijo Qaseem.

El Dr. Michael Munger, presidente electo de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) y médico de familia en Overland Park, Kansas, dijo que la experiencia previa y la historia institucional también tienen un rol.

"La opinión común era que muchas infecciones respiratorias superiores eran bacterianas, y que por tanto un tratamiento con antibióticos sería necesario", dijo Munger.

"Lo bueno de seguir una disciplina en la atención primaria es que se continúa evaluando el trabajo que se hace, se observan las evidencias y se hace lo que las evidencias respaldan", continuó. "Ahora estamos reconociendo estudios que están saliendo y que muestran que las infecciones respiratorias superiores son virales, no bacterianas, así que actualmente hay un proceso de cambio de hábitos en la práctica".

Qaseem y Munger se mostraron de acuerdo en que los pacientes deben sentir la libertad de cuestionar al médico con respecto a los medicamentos y tratamientos recetados, en lugar de aceptar las cosas al pie de la letra".

"A mí personalmente me alegra", dijo Munger, "porque soy socio del paciente, y parte de mi rol es informar a un paciente de forma integral sobre lo que tiene y cuáles son las opciones de tratamiento".

Los pacientes ya comienzan a cuestionar las recetas de antibióticos, probablemente debido a la atención mediática sobre las bacterias resistentes a esos fármacos, anotó Munger.

"Tuve un caso reciente de neumonía, y le dije que necesitábamos usar antibióticos", recordó. "La paciente me preguntó '¿Está seguro?', y tuve que asegurarle que era la mejor manera de proceder".

Por otro lado, los pacientes están comenzando a enterarse, a través de sus médicos, de que muchos complementos dietéticos cuestan mucho pero hacen poco, o ningún, bien.

"Ahora estamos obteniendo las evidencias para decirle al paciente que en realidad no necesitan un complemento. Eso no le ayudará", dijo Munger. "En la mayoría de los casos, dicen 'Caramba, creí que estaba haciendo algo bueno por mí. Si puedo ahorrar algo de dinero, no lo seguiré haciendo'".

Los hallazgos del estudio se publicaron en línea el 5 de diciembre en la revista Annals of Internal Medicine.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Amir Qaseem, M.D., Ph.D., vice president of clinical policy, American College of Physicians, and chair of the ACP's High Value Care Task Force; Michael Munger, M.D., president-elect, American Academy of Family Physicians, and family doctor, Overland Park, Kansas; Dec. 5, 2016, Annals of Internal Medicine, online

HealthDay



¿ Está indicado el tratamiento con estatinas y fibratos como prevención primaria en pacientes ancianos mayores de 75 años?

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Respuesta

De acuerdo con los documentos revisados, no habría indicación de realizar de manera sistemática tratamiento de la hiperlipemias, ni con estatinas ni con fibratos, en prevención primaria cardiovascular en personas con más de 75 años.
Tras la revisión sistemática, actualizada en 2016(1), los "US Preventive Services Task Force" (USPSTF) concluyeron que la evidencia actual es insuficiente para poder evaluar el balance de beneficios y daños de iniciar el empleo de estatinas en adultos de más de 75 años para prevención primaria de eventos cardiovasculares.
Las recomendaciones de No hacer de la Sociedad española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) en su edición de 2014(2) incluyó la recomendación de "No prescribir de forma sistemática tratamiento farmacológico de la hipercolesterolemia para la prevención primaria de eventos cardiovasculares en personas mayores de 75 años". Y aportó, como resumen, el siguiente razonamiento: "Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en la mayoría de los países industrializados. El incremento del colesterol total sérico aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. La hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular) aumentan con la edad, en especial a partir de los 65 años. Las estatinas, junto a una dieta sana y el ejercicio de forma regular, representan una de las estrategias más efectivas para reducir el riesgo cardiovascular individual y a nivel poblacional. Los ensayos clínicos han demostrado que el tratamiento farmacológico de la hipercolesterolemia es beneficioso a corto plazo para los pacientes que han padecido una 16 enfermedad coronaria (prevención secundaria), y a largo plazo, para las personas con hipercolesterolemia que están actualmente libres de enfermedad coronaria clínica (prevención primaria). Sin embargo, la evidencia sobre el tratamiento farmacológico de la hipercolesterolemia en prevención primaria en pacientes ancianos es muy limitada. No hay evidencia de que en personas mayores de 70 años la reducción de la hipercolesterolemia reduzca la mortalidad por otras causas, la mortalidad por cardiopatía coronaria o las hospitalizaciones por infarto de miocardio o angina inestable. La relación beneficio-riesgo todavía es menos favorable en pacientes mayores de 85 años, en los que además aumentan los problemas asociados al propio tratamiento con estatinas (deterioro cognitivo, caídas, neuropatía y daño muscular)".
El sumario de evidencia de Dynamed(3) concluyó que la evidencia es inconsistente sobre el efecto en la mortalidad global y cardiovascular, por el empleo de estatinas en pacientes con edades comprendidas entre 70 y 82 años. Ofrece referencias a estudios en los que se observó, con el tratamiento con estatinas como prevención primaria,  una reducción de incidencia del infarto agudo de miocardio y de la enfermedad coronaria en adultos de más de 75 años; pero también que podría incrementar el riesgo de presentar cáncer en estos grupos de edad.
No hemos identificado experiencias concretas que describan el proceso de deprescripción de estatinas en ancianos; y al buscar con estos términos, tan solo hemos encontrado un estudio transversal realizado en pacientes mayores de 65 años que estaban tomando estatinas, ingresados en un hospital en Australia(4). De los 180 participantes, con una edad media de 78 años, el 95% manifestaron que aceptarían la deprescripción de la estatina, y el 94%  expresó preocupación con respecto a los posibles efectos secundarios de tomar una estatina.
En dos revisiones narrativas sobre la indicación de estatinas en población anciana(5,6), se señalan las siguientes situaciones en la que plantearse la deprescripción de estatinas en personas mayores:
  • Cuando el médico y el paciente acuerden que no hay beneficio clínico con el tratamiento o los riesgos son mayores que los beneficios potenciales, debe suspenderse el tratamiento.
  • La retirada o deprescripción de estatinas debe considerarse cuando:
    • Los beneficios potenciales ya no son clínicamente significativos.
    • En pacientes con deterioro físico grave, deterioro cognitivo, corta esperanza de vida o cuando el objetivo terapéutico cambia de preventivo a paliativo, por lo que reducir el riesgo de eventos CV o la mortalidad no sería relevante.
    • En pacientes con efectos adversos (miositis, rabdomiolisis o fallo hepático grave).
    • En pacientes con signos o síntomas compatibles con efectos adversos debidos a estatinas (mialgia, aumento de transaminasas moderado-grave, deterioro cognitivo o fatiga).
    • En pacientes que necesitan tratamiento con fármacos que interaccionan con estatinas incrementando el riesgo de toxicidad.